El departamento de Investigación de Greenyard Frozen busca continuamente maneras de reducir el contenido de sal en todos los productos de la empresa. Añadir el sabor umami (presente en los concentrados de setas) es una de las claves para lograr este ambicioso objetivo sin hacer concesiones en el sabor.
Muchos consideran el umami como el quinto sabor básico, añadido a los sabores básicos tradicionales: dulce, salado, amargo y ácido. Derivado de la palabra japonesa umami que significa «delicioso», se suele describir como una sensación de sabor gustoso, rico, a caldo e incluso a carne. Tanto los chefs como los amantes de la gastronomía lo consideran un sabor satisfactorio y con cuerpo, con un aroma y una sensación al paladar característicos.
El sabor umami potencia el apetito, pero también la saciedad, la sensación de sentirse satisfecho tras una comida. Además, aporta al consumidor lo mejor de los demás sabores, ya que resalta la dulzura y reduce el amargor. Por último, compensa la salinidad, permitiendo una reducción de la sal en hasta un 50 % sin concesiones en el sabor.
Dado que el sabor umami se extrae fácilmente de los concentrados de setas, Greenyard Frozen se sirve de la gama de productos especializados ofrecida por sus compañeros de Greenyard Prepared. He aquí otro gran ejemplo de colaboración entre distintas divisiones.